Con motivo del Covid-19 los servicios en general han sufrido importantes cambios, cancelaciones y confinamiento que han alterado a lo largo del último año y medio todas las expectativas de diverso signo.
En este trabajo no vamos a entrar en aspectos sanitarios, educativos, familiares ni mucho menos políticos. Tratamos concretamente de evaluar el nivel de las prestaciones que a causa de la pandemia ha recibido y recibe el ciudadano en sus necesarias y exigibles relaciones con las Administraciones Públicas y privadas de tipo esencial.
El dictamen consiste en revisar a través de las notas, avisos, teléfono e internet básicamente los horarios de atención al público en función de las actividades que el usuario se ve obligado a realizar.
Se ha contrastado fielmente la información obtenida en cuarenta organismos, despachos y oficinas, excluyendo por sus características los ejercicios de salud, educación, seguridad y justicia.
El proceso se ha hecho según una medición preestablecida cuya principal enseña ha sido la atención personal (hablarnos acerca) y las franjas horarias.
Cabe presuponer que en esta clase de examen la certidumbre es total, fundado en un número suficientemente amplio y representativo de sujetos.
El resultado final nos proporciona objetivamente la capacidad de respuesta y de gestión de los agentes investigados, escogidos del Gobierno de Navarra, de la Administración estatal, municipal y ciertos servicios imprescindibles.
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En lugar de recurrir a composiciones numéricas nos ha parecido más ilustrativo formular unas conclusiones a la luz de las evidencias recogidas. Se detecta:
Que la Administración municipal (Ayuntamiento de Pamplona) es el órgano institucional destacado, con sus dependencias periféricas, en calidad de gestión y eficiencia a lo largo de la crisis por el Covid-19.
En el Gobierno de Navarra la distinción recae en el organismo distintivo Defensor del Pueblo.
En el orden estatal solamente aparecen las oficinas de Correos y la Dirección Territorial del Ministerio de Trabajo.
En el plano no oficial sobresalen en eficiencia las agencias de seguros; el colectivo farmacéutico; los servicios de atención de mantenimiento; la compañía Iberdrola; y los despachos profesionales colaboradores de las administraciones.
De la observación y datos obtenidos se advierte que la ocupación hacia el ciudadano/a ha dejado mucho que desear.
No es aceptable que una oficina pública con función de Registro permanezca cerrada incapaz de atender lo más elemental.
No parece procedente llevar a cita previa la simple recogida de un impreso o, como hemos visto, invitar a esperar en la calle.
No es idóneo que los abnegados vigilantes de seguridad hagan de informadores en las puertas de las entidades públicas. Hay casos donde se erige una especie de barrera casi insalvable para el usuario, al que, sin embargo, se le exige el más fiel cumplimiento de términos y plazos.
Conviene significar que en sus relaciones con las Administraciones Públicas las personas tienen derecho a ser tratadas con respeto y deferencia por las autoridades y empleados públicos, que habrán de facilitarle el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones. Artículo 13 de la Ley 30/2015, de 1 de octubre, sobre el Procedimiento Administrativo Común y artículo 31 de la misma: Cada administración publicará los días y el horario en el que deban permanecer abiertas las oficinas que prestarán asistencia para la presentación electrónica de documentos, garantizando el derecho de los intereses a ser asistidos en el uso de medios electrónicos.
Se ha comprobado a través de los innumerables centros administrativos (por ejemplo bancarios) que la eficaz atención al usuario es perfectamente compatible con medidas protectoras y preventivas anti Covid. En este contexto laboral los centros públicos no son una excepción. El Covid-19 ha sido un fenómeno sanitario absolutamente imprevisible y sobre todo en su primera fase de terribles consecuencias que han obligado a adoptar medidas muy severas de total necesidad, pero las formas preventivas en la relación con los administrados/as han podido y debido ser mejorables y así se ha ejemplificado más arriba, sin menoscabo alguno para la seguridad de sus servidores.