De acuerdo con la información publicada por Diario de Navarra el pasado 14 de enero de 2020, un total de 41.730 personas engrosaban la lista de espera para primeras consultas de especialidades al acabar el año, y 8.038 para la práctica de una operación quirúrgica.

Este comunicado, aunque genéricamente conocido, me deja honradamente preocupado porque entre las miles de personas que deben esperar su turno de consulta médica seguro que hay un número, evidentemente impreciso pero real, cuya tardanza puede perjudicar su patología y quién sabe si algunas pueden hacer peligrar su vida.

Rechazo las alarmas, quiero que se me entienda, pero esta posibilidad existe aunque no dudo que los casos de mayor riesgo y morbilidad serán convenientemente atendidas antes, urgencias, etc.

Esto no lo vamos a arreglar a fuerza de normativa (de palmaria insuficiencia). Sin embargo no cabe olvidar que a los poderes públicos compete organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La Seguridad Social debe garantizar la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad (capítulo III de la Constitución).

Estamos ante un problema serio de afectación general que exige un pacto colectivo, la unión y colaboración son fundamentales. No es cuestión de simple política ni de banderas, es una materia que involucra a todos. En esto no puede haber críticas sino buscar soluciones con participación de todos los elementos.

Ponerse a trabajar en esta dirección entiendo que es el principio básico para afrontar este grave escollo.

JOSE ORIOL PIQUER IGLESIAS