Unas 750.000 personas sufren accidentes caseros cada año. Las lesiones más habituales son las caídas, aplastamientos, cortes, golpes y quemaduras. Las partes corporales más afectadas son las piernas, los brazos y la cabeza. Más del 30% de las víctimas de estos accidentes son niños.
Los elementos causales más frecuentes son los enchufes, líquidos en el fuego, planchas encendidas y los cortes con cuchillos.
La amplitud de riesgos se extiende al hogar y al entorno doméstico que repercute visiblemente en la accidentabilidad laboral pues hay bastantes actividades que tienen más riesgos en casa o en el tráfico que en la propia empresa (oficinistas, comercio menor, profesiones liberales, etc.). Con más tiempo se podrá estudiar este tema añadiendo la experiencia del teletrabajo.
Si tenemos en cuenta además los accidentes no laborales y que pasan como tales, la práctica de deportes, por ejemplo, se observa que existen grandes números atribuidos a accidentes laborales pero que realmente no lo son, aunque en parte se les atribuye. Las estadísticas deberían valorar datos impropio atribuidos al ámbito laboral.